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Eso es lo que eres y lo que
serás.
Tenlo claro porque si no
esto va a acabar doliendo.
Eres la otra. A la que llama
cuando han discutido, cuando se siente solo, o simplemente cuando le apetece.
Eres a la que dice cosas
bonitas que no debes creerte. Porque si te las crees y te emocionas, estás
jodida.
Seguramente te lleves
bastantes decepciones, por eso tienes que aprender a no esperar nada de él, a
no pretender que te de más de lo que él quiera.
Para jugar a este juego
necesitas mucho control sobre tus emociones. Tienes que saber hasta donde
puedes llegar sin caer. Y si caes, tienes que poder levantarte, retroceder
hasta un lugar seguro, y volver al juego.
Porque tú sabes mejor que
nadie que tienes que volver al juego. Que por más que haya veces que duela, no
eres capaz de parar, de dejar la partida a medias, de mandar todo eso a la
mierda.
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